Crowley y el individualismo
por Peluchio


"Los Textos de la Goetia"
Un volumen monumental centrado en el
Ars Goetia que incluye cientos de páginas
inéditas de antiguos grimorios.


Mano Izquierda Thelema

Crowley y el Individualismo
 
 
  En este corto trabajo, se tratarán escritos de Aleister Crowley que hacen referencia directa o que tienen resonancia con el tema del indiviualismo. El material existente es sumamente abundante, por lo que resulta más conveniente concentrarse en unos pocos libros, así que en esta ocasión nos enfocaremos principalmente en “La Ley es para Todos – The law is for All”, New Falcon Publications 1996, el comentario detallado de Liber AL vel Legis, y nos apoyaremos en uno que otro Liber que tenga algo que decirnos sobre el tema. Bajo la misma premisa, el tema del individualismo tiene muchas areas de acción y facetas, de modo que pasaremos a mencionar solamente el punto de vista thelémico sobre el individuo, su deber para consigo mismo y algunas aristas de las relaciones con sus congéneres.
 
El individualismo tiene como esencia, la libertad de la persona, una libertad que cada individuo debe trabajar en alcanzar apoyándose en sus propios medios, posibilidades y conocimientos. “Haz lo que sea tu voluntad deberá ser toda la Ley”. La conocida máxima thelémica parece rebosar individualismo, y ciertamente invita a la persona a aplicarse con independiencia en la consecucón de sus intereses, libre de interferencias que provengan de otros individuos, grupos, ideas, energías o estructuras.
 
En el libro, la “La ley es para Todos”, podemos encontrar una buena fuente de contexto para esta máxima, y un buen punto de partida para este trabajo.
 
“3. Cada hombre y cada mujer es una estrella
Comentario: Su principal enunciado es que cada ser humano es un Elemento del Cosmos, auto-determinado y supremo, co-igual con todos los otros Dioses....De esto, “Haz lo que sea tu voluntad” fluye lógicamente.
...
El Hombre es el Reino Medio. El Reino Mayor es el Firmamento, con cada estrella como unidad, y el Reino Menor es la Molécula, con el electrón como unidad.”
TLFA – p25
 
En el comentario del siguiente verso, se profundiza aún más en el tema de la naturaleza divina del individuo:
“4. Cada número es infinito; no hay diferencia.
Comentario: Este es un grande y sagrado misterio. A pesar de que cada estrella tiene su propio número, cada número es igual y supremo. Todo hombre y toda mujer es no sólo parte de Dios, pero el Dios Definitivo. “El centro esta en todas partes y la circuferencia en ningún sitio”. La antigua definición de Dios tiene un nuevo significado para nosotros. Cada uno de nosotros es el Unico Dios.”
TLFA – p27
 
En esta misma dirección, Crowley explica en su Liber II, “El mensaje del maestro Therion”:
 
“...Thelema - significa Voluntad.
La clave de este mensaje es esta palabra – Voluntad. El primer significado obvio de esta Ley está confirmado por su antítesis; “La palabra del pecado es Restricción”.
Nuevamente: “No tienes mas derecho que hacer tu voluntad. Haz esto, y nadie dira no. Pues la voluntad pura, inmitigada de propósito, es perfecta en todo sentido.
Toma esto cuidadosamente; parece implicar una teoría según la cual, si cada hombre y cada mujer hiciese su voluntad - su verdadera volutad – no habrían choques. “Cada hombre y cada mujer es una estrella”, y cada estrella se mueve en su camino señalado sin inteferencia. Hay bastante espacio para todos; es sólo el desorden el que crea la confusión.
De estas consideraciones, debería quedar claro que “haz lo que sea tu voluntad” no quiere decir “haz lo que quieras”. Es la apoteósis de Libertad; pero también la atadura más estricta posible.
Haz lo que sea tu volutad – y nada más. Que nada te desvíe de esta austera y sagrada tarea. La libertad es absoluta para llevar a cabo tu voluntad; pero busca hacer cualquier otra cosa, e instantáneamente deberán surgir obstáculos. Todo acto que no está alineado definitivamente con tu órbita es errático, un estorbo. La voluntad no debe ser dos, sino una.”
Liber II
 
Vemos entonces, que el concepto del individualismo desde la óptica thelémica, declara el origen divino de la persona, individual y totalmente independiente, mas no por eso aislada de sus congéneres, a los que se halla unida por los lazos de la más pura fraternidad, y con los cuales comparte el espacio a lo largo del cual desarrollar su órbita. Esta metafórica estrella, se encontrará con más o menos choques y conflictos durante su transitar, en función de que vaya recorriendo su verdadera órbita, y no se encuentre deambulando mecánicamente por los senderos que se le presentan por circunstancia externa o por inercia interna.

Por lo tanto, la primera tarea del individuo consistiría en intentar llegar a conocerse a sí mismo lo mejor posible, para lo cual Crowley receta la entrega en cuerpo, mente y alma a la Magia. En este sentido, la instrucción no se enfoca sólamente en la realización de complejos e intensos trabajos rituales, sino magia en la definición más amplia: Realizar cambios de acuerdo a la voluntad, abarcando la magia de sentarse a escribir, de cocinar un delicioso plato, o la magia de inhalar y exahalar: La magia de vivir la vida misma de forma consciente.   Según la doctrina thelémica, esta forma de vivir convierte cada acción nuestra en un acto de amor bajo la voluntad ofrecido a Nuit, trayéndonos cada vez mas cerca de la realización de la Gran Obra.
 
De la ley es para todos:
 
“Para el principiante, ofrecería el siguiente programa:
1.     Equipa tu mente lo más completamente posible con el conocimiento de como inspeccionarla y controlarla.
2.     Entrena tu cuerpo para que obedezca a tu mente, de forma que no la distraiga.
3.     Controla tu mente para que se consagre enteramente a descubrir tu verdadera Voluntad.
4.     Explora el curso de esa Voluntad hasta que alcances su fuente, tu Ser Silencioso.
5.     Une tu voluntad consciente con tu Voluntad verdadera, y a tu Ego consciente con tu Ser Silencioso. Deberás ser totalmente inmisericorde al descartar cualquier átomo de consciencia que sea hostil o neutral.
6.     Permite que esto trabaje libremente desde dentro, pero no prestes atención a tu entorno, no sea que hagas diferenciación entre una cosa y la otra. Sea lo que sea, deberá hacerse uno contigo mediante el Amor.
TLFA p41
 
Tenemos entonces, que el individuo tiene, bajo la ley de Thelema, total libertad para actuar y desenvolverse, mas se encuentra sujeto a la obligación de conocerse a sí mismo, de actuar en plena consciencia de qué es lo que está haciendo y por qué lo hace, y sobre todo, en la medida de que cada acción efectuada mantenga concordancia con su más íntima naturaleza y no sea producto de division o de la ilusión de la separación. Estos individuos, que llevan a cabo su voluntad, Crowley identifica como “los señores de la tierra” del Libro de la Ley.
 
“Están muertos, estos sujetos; no sienten.
Nosotros no estamos por los pobres y los tristes: los señores de la tierra son nuestros parientes.”
AL II:18
 
“58. Pero los deseosos y los orgullosos, los reales y los nobles; vosotros sois hermanos!
Comentario: Los “deseosos”: estos son los hombres cuya Voluntad es una afilada y recta espada, de impecable acero templado, pulido y lustrado; con una Muñeca y un Ojo detrás.
“Los orgullosos”: estos son los hombres que se reconocen como estrellas, y no doblan la rodilla ante nadie. El orgullo verdadero previene a un hombre de realizar nada indigno de sí mismo.
“Los reales”: estos son los hombres cuya naturaleza es de rey, los hombres que “pueden”. Se reconocen como gobernantes, ya sea su reino las Ciencias, las Artes u otra cosa cualquiera.
“Los nobles”: estos son aquellos hombres que, al ser de corazón elevado, no soportan bajeza alguna.
En todos las líneas anteriores, cabe subrayar que “hombres” hace referencia al género humano sin distinción de sexos, pero respecto de la mujer como individuo pleno en una sociedad thelémica Crowley nos dice:
 
“Nosotros los thelemitas decimos que 'cada hombre y cada mujer es una estrella'. No engañamos ni halagamos a la mujer; no las despreciamos ni abusamos de ellas. Para nosotros, la mujer es Ella Misma, absoluta, original, independiente, libre, auto-justificada, al igual que lo es el hombre.
No nos atrevemos a impedir su Andar, Diosa ella! No nos apropiamos derecho alguno sobre su Voluntad, no pretendemos desviar su desarrollo, disponer de sus deseos, o determinar su destino. Ella es su único árbitro.”
TLFA p173
 
Unas líneas mas adelante el tío Al lo estropea un poco diciendo que el hombre debe ofrecerle su fuerza a la mujer para evitar que el mundo se aproveche de su debilidad natural, pero vamos a dejarlo aquí por ahora.
 
Es de notar, que esta inmensa tarea de autodescubrimiento, lleva a Crowley a emparentar a la ley de thelema con la actitud de no entrometerse en los asuntos de los demas, el familiar “mind your own business”, pues con los nuestros ya deberíamos tener el plato lleno. Este comportamiento abarca el delicado y confuso tema de la caridad, la raiz de cuyo problema Crowley ubica en la actitud desde la cual se parte al practicarla. En la siguiente epístola de Liber Aleph, El Libro de la Sabiduría o la Insensatez, Therion instruye a su “hijo mágico” al respecto de los “Tontos Malignos”:
 
“De stultis malignis:
Hijo mío, hay aflicciones muchas, y pesares muchos, que provienen de los Errores de los Hombres en respecto a su Voluntad; pero no hay más grande que esta: la interferencia del entrometido. Pues ellos hacen pretensión de conocer el Pensamiento de un Hombre mejor que lo hace el mismo, y dirigir su Voluntad con más Sabiduría que el, y hacer planes para su Felicidad. De todas estos, el peor aquel que se sacrifica por el bienestar de su prójimo. Aquel que es tan tonto para no seguir su propia Voluntad, ¿como podrá ser tan sabio como para seguir la voluntad de otro? Si mi caballo se planta ante una cerca, ¿debería venir un truhán por detras de este y golpear sus pezuñas? No, Hijo, persigue tu Sendero en Paz, de modo que tu Hermano al contemplarte sienta valor al ver tu dirección, y comfort y seguridad de que tu no lo obstaculizarás con la superfluidad de la compasión. No me permitas comenzar a relatarte las trastadas que he visto, cuya Raiz estaba en la Bondad, cuya Flor estaba en el auto-sacrificio, y cuyo Fruto en la Catástrofe. Ciertamente creo que no habría Fin. Golpea, roba, mata a tu vecino, pero no le reconfortes a menos que él te lo pida; y si lo hace, se cauteloso.
Aleph p148
 
En este sentido, el libro de la ley insta a no sentir lástima, pero señala que la compasión es el vicio de los reyes. La lástima, implica la inferioridad del otro, mientras que la compasión una simpatía producto de la igualdad, que invita a compartir la búsqueda del remedio del sufrimiento. La primera anula la posibilidad de una naturaleza divina en el recipendario, la segunda nos impulsa a actuar como iguales, reconociendo que todos estamos sujetos a la misma Ley y tenemos derecho a los mismos privilegios.  
 
Lo que nos lleva al caso de las relaciones de padres e hijos, y las complejidades de la crianza. En Liber Aleph, Crowley resalta el hecho de que la libertad de los niños, está supeditata a ciertas presunciones que los padres o guardianes deben tomar respecto a la Voluntad del niño. Por ejemplo, se asume que parte de la verdadera Voluntad del niño, es llegar a convertirse en adulto, de crecer y desarrollarse. Por lo que es necesario mantenerle por un lado fuera de peligro, y por otro lado, combatir la inercia y la ignorancia que le impidan emprender el pleno desarrollo de sus capacidades, pero sin imposición directa, sino más bien cultivando su curiosidad y avivando la llama de su entusiasmo en los temas que sean de su interés. En cuanto a su formación, actuar siempre desde la razón y de los hechos comprobados, para asegurar un intelecto dispuesto al análisis, la crítica y el discernimiento, más que a la ciega aceptación o negación.
 
Acerca del método de la razon:
 
“De Modo Disputandi
Ahora, en este entrenamiento del niño, hay una consideración de muy alto valor que deberé imprimir sobre ti en conformidad con nuestra sagrada experiencia en el Camino de la Verdad. Y es lo siguiente, ya que aquello de lo que se puede pensar, no es verdad, cada aseveración es en algún sentido falsa. Incluso en el Mar de la Razón Pura, podemos decir que toda declaración es en algun sentido disputable, con lo que en todo caso, incluso en el más simple, el niño deberá ser instruido no sólo en la Tesis, pero también en su opuesto, dejando la decisión al buen juicio y sentido común del niño, fortificado por su experiencia. Y esta práctica fortificará su Poder de Pensamiento, y la confianza en sí mismo, y su interés en todo el Conocimiento. Pero por sobre todo, guárdate contra todo intento de parcializar su mente sobre cualquier punto que se encuentre fuera de la escuadra de los Hechos indiscutibles. Recuerda tambien, que aunque tu te sientas sumamente seguro, tambíen lo estuvieron aquellos que dieron instrucción al joven Copérnico. Ten reverencia tambien al Desconocido al cual presumes impartir Conocimiento; pues el puede ser más grande que tu.
Aleph p41
 
Quizas la mejor forma de cerrar, la encontremos en el manifiesto de la ética thelémica por excelencia, Liber OZ. El compendio de 220 palabras de una sílaba en inglés sobre los derechos del ser humano.
 
 
Liber LXXVII
 
NO HAY MÁS DIOS QUE EL HOMBRE
1. El hombre tiene el derecho de vivir según su propia ley,
de vivir en el modo en que quiera hacerlo,
de trabajar como quiera,
de actuar como quiera,
de descansar como quiera,
de morir como y cuando quiera.
2. El hombre tiene el derecho de alimentarse de lo que quiera,
de beber lo que quiera,
de morar donde quiera,
de trasladarse como quiera sobre la faz de la tierra.
3. El hombre tiene el derecho de pensar lo que quiera,
de hablar de lo que quiera,
de dibujar, pintar, cincelar, moldear y construir lo que quiera,
de vestir lo que quiera.
4. El hombre tiene el derecho de amar como quiera:
"toma tu colmo y voluntad de amor como quieras;
cuando, donde y con quien quieras" AL I. 51
5.             El hombre tiene el derecho de matar a aquellos que coartaran estos derechos.
"los esclavos servirán." Al II. 58
"El amor es la ley, el amor bajo la voluntad." Al I.57