El Juego
por Schatten
|
|
Ars Goetia que incluye cientos de páginas inéditas de antiguos grimorios. |
2019-10-19
Abro los ojos, cierro los ojos, como intermedio el sillón. Me ordeno a mi misma abrir y cerrar los ojos para ver al final en el sillón lo que quiero ver. Abro los ojos, fijo la mirada, cierro los ojos. Mejor no ver la imagen, ver la continuidad, porque lo demás no importa, solo la idea de que al abrir de nuevo los ojos, la realidad habrá cambiado. Silencio, y silencio, mareada cabeza que no quiere dormir. El sofá es demasiado tosco, y mi cuerpo ya no está a gusto. Abro los ojos, y no pasa nada, cierro los ojos, temiendo que se cumpla mi voluntad. Abro los ojos, el enfoque ya es distinto. Y todo por ver, que ansia de ver... Al fin aparece y tiemblo por dentro. Ya no estoy sola, la noche menos fría. Más amparadora. Al menos está conmigo mi voluntad. Al menos no se derriten mis manos por la suciedad ajena. Ni mi piel se corrompe por los sentimientos que mi cuerpo alberga. Somos duros, es increíble lo que la conciencia humana puede aguantar. Movimiento tras movimiento en el reino de la acción. Primera conquista, dura lucha por asentar, conseguir, situar y pellizcar al mundo un sitio para un cuerpo más. Desgana, tedio, aburrimiento, y todo depende de ti, imagen borrosa que me contemplas. Todo depende de que te agites y yo te tema. Cada día el mismo experimento. Cada noche esta rutina. Y hoy por fin apareces, sin tus galas, casi no te percibo y en cambio sé que solo puedes ser tu. Nada de lo que quiero es protesta, nada de lo que amo se derrama en mí. Tu no me quieres mundo, nunca me quisiste. Tu, borrosa imagen, compañera en la locura, dame la fuerza del ignorante, que no sabe culpar a nadie, ni siquiera a sí mismo. No oscurezcas la vanidad del que vive, porque sé que en el fondo lo adoras. Yo me callare, pero mis ojos seguirán parpadeando, buscando el entre por borde y carne, por visión y escuela. Naturalmente que me daño, es imposible sin buscarlo. Dale a la noche un respiro al menos, un descanso, un apartado espacio en este tiempo, de tedio, y asco. Volverá a posarse la gracia, el humor y el sarcasmo, sobre estos huesos que a duras penas me sostienen, junto a los brazos del imaginario. Tratábase antes de otra historia. No era experimento, sino vivencia, aunque un tanto descarriada. Poco a poco se descubre el aliento detrás de esa imagen bajo cualquier techo. Abro los ojos y abrazo la almohada, por ver de nuevo aquello. Cuántos años sin fantasías, de antiguos que hablaban y pacedían. Todos se sentaban a hablar conmigo, cuando no entendían el destino ajeno. Piensa rápido y no urges en la herida, me dice el caballo de ojos negros, asómate a mi oreja derecha, veras que pena, que espanto, que tedio. Abro los ojos, los cierro, quiero dormir, quiero olvidar este secreto. |