Ritual Menor de Destierro del Pentagrama
por heruh4ra
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Ars Goetia que incluye cientos de páginas inéditas de antiguos grimorios. |
El Ritual Menor de Destierro del Pentagrama (RMDP) es quizá el más conocido de los rituales de la magia ceremonial, y muchos lo consideran como un preliminar básico ante cualquier otro trabajo mágico. Una vez lo hayas trazado, sitúa tus manos en los laterales de tu cabeza, rozando tus orejas, con la daga apuntando hacia adelante. Ahora, da un paso hacia adelante con la pierna izquierda mientras que arrojas las manos también hacia adelente, apuntando al centro del pentagrama. Mientras lo haces, vibra: YOD-HEH-VAU-HEH. El gesto que has hecho se llama el Signo del que Entra, y todo este movimiento ha de ser realizado de forma que se utilicen todas las energías posibles, como si se quisiera de un golpe agotar todo el cuerpo. Regresa a la posición inicial recogiendo el pie izquierdo, y sitúa el dedo índice de tu mano derecha sobre tus labios. A este movimiento se le llama también el Signo del Silencio o del Dios Harpócrates, el egipcio Horus el Niño transformado en el Dios griego del Silencio, el Secreto, la infancia y el gozo infantil, representado como un niño con un dedo sobre sus labios. Su propósito en esta ocasión es retirar la fuerza del Signo del que Entra. El simbolismo de tal Signo del Silencio es especialmente profundo, e implica un profundo silencio mental libre de construcción alguna (como pensamientos), lo que hace muy buena idea que el mago lo entrene con especial ahínco. Relacionar un signo con el silencio mental, mejorando día a día la profundidad de tal estado, es una inestimable ayuda para el caminar del mago. Con la daga en el centro del pentagrama, traza 1/4 de círculo de color blanco girando hasta apuntar hacia el Sur. Dibuja de un sólo trazo un pentagrama de Fuego de color rojo: Una vez trazado repite el mecanismo anterior: primero el Signo del que Entra (las manos en los lados de la cabeza, paso hacia adelante con la pierna izquierda), luego el Signo del Silencio al retirarte. Esta vez mientras das el paso adelante, vibra ADONAI Sitúa la daga en el centro del pentagrama de fuego y traza 1/4 de círculo de color blanco. Gira hasta apuntar hacia el Oeste. Dibuja de un sólo trazo un pentagrama de Agua de color azul oscuro: De nuevo realiza el Signo del que Entra, seguido del Signo del Silencio. Cuando des el paso adelante con el pie izquierdo, vibra E-HE-IEH Con la daga en el centro del pentagrama de agua, traza 1/4 de círculo de color blanco, hasta apuntar hacia el Norte. Dibuja de un sólo trazo un pentagrama de Tierra de color marrón: Realiza el Signo del que Entra, y el Signo del Silencio. Mientras das el paso adelante con el pie izquierdo, vibra AGLA Apunta con la daga al centro del pentagrama de tierra, y cierra el círculo blanco hasta que apuntes al Este. A continuación puedes hacer varias cosas. Es buena idea repasar y tener visualizados a la vez los cuatro pentagramas y la circunferencia a tu alrededor, aunque lo ideal sería que los tuvieras presentes durante todo el desarrollo hasta este punto. Puedes convertir la circunferencia en una esfera de luz blanca que te rodee y acabe así de delimitar el círculo mágico dentro del que vas a trabajar. Algunos magos acaban de sellar la esfera con dos hexagramas (uno arriba y uno abajo) al considerar que este ritual es en cierto modo insuficiente y actúa como un señuelo para el astral que puede resultar problemático: no obstante, esta solución tiene el problema de que descuadra un poco el ritual debido a que el hexagrama representa (en la Parte III) el macrocosmos. Para evitar esto, es una buena idea llevar a cabo el Ritual Menor del Hexagrama después del RMDP. Parte III : La Evocación de los Arcángeles Esta última parte tiene un carácter más marcadamente relacionado con los elementos que las anteriores. No vas a necesitar la daga. En primer lugar, extiende los brazos en forma de cruz, sintiéndote una luminosa cruz brillante en el centro del universo. Esta cruz también representa los cuatro elementos equilibrados, y no sería desaconsejable seguir visualizando el hexagrama -la rosa- en el centro de tal cruz. Con los brazos extendidos, di "ante mí Rafael". Visualiza una figura entre las nubes, vestida con una túnica amarilla y morada, con una vara caducea en las manos. Hablamos del elemento aire, así que puedes imaginar viento proveniente de allí y demás. Después di "detrás de mí Gabriel". Visualiza una figura rodeada por cataratas y otros elementos de agua, que es el elemento al que estás llamando. El arcángel tiene una túnica azul y naranja, y sostiene un cáliz. Luego pronuncia "a mi derecha, Miguel". Visualiza un desierto (se trata del elemento fuego). El arcángel lleva una túnica escarlata y verde, y porta una espada llameante. Finalmente di "a mi izquierda, Uriel". Visualiza un paisaje fértil, correspondiente a la tierra, estabilidad y fuerza. El arcángel en esta ocasión está vestido de verde y marrón, y sostiene un pentáculo. Habitualmente se termina diciendo "ante mí arde el pentagrama, y detrás de mí brilla la estrella de seis puntas". Israel Regardie recomendaba imaginar el pentagrama en el pecho y la estrella de seis puntas en la espalda, para que el pentagrama no se confunda con los cuatro que se acaban de trazar: aquí, el pentagrama representa al microcosmos (al hombre) y el hexagrama o estrella de seis puntas (la estrella de David) representa el macrocosmos. El hombre equilibrado (pentagrama) es capaz de albergar lo divino (hexagrama), aquello que conocemos como 5=6. Sin embargo, no parece haber un motivo claro para poner delante el pentagrama y detrás el hexagrama. Una opción bastante interesante la da Aleister Crowley, que prefiere decir "pues a mi alrededor arde el pentagrama y dentro de la columna brilla la estrella de seis puntas". Aquí, tal pentagrama que es el hombre sería representado por los cuatro elementos y con ellos los cuatro pentagramas ya trazados. La columna (que es el propio mago identificado con el Pilar del Medio, del Equilibrio) contendrá al hexagrama, tal que de llevarse a buen puerto la operación 5=6 se entrelazaráa el hombre con lo divino, añadiendo a sus cuatro componentes la Shin del quinto elemento, el Espíritu. Crowley afirmó al respecto sobre este ritual, que "entendido adecuadamente, es la Medicina de los Metales y la Piedra del Sabio". Es habitual sustituir a los arcángeles por otros elementos. No a todo el mundo le resultan adecuados los Arcángeles, y otras figuras podrían representar mejor los elementos. Esta parte del ritual tiene unos orígenes realmente antiguos. Proviene una invocación hebréa de la protección de los ángeles, que puede resultar más completa que la estándar para el mago, ya que acaba mencionando el Espíritu: "En el nombre del Señor, el Dios de Israel, que Miguel esté a mi derecha; Gabriel a mi izquierda; Uriel ante mí; Rafael tras de mí, y la Shejiná de Dios sobre mi cabeza". Como curiosidad, esta oración parece ser que proviene de un rezo babilonio: "Ante mí Shamash, tras de mí Sin, Nergal a mi derecha, Ninib a mi izquierda". Parte IV : La Cruz Cabalística Como último añadido opcional, algunos repiten la Cruz Cabalística al final, con la misma estructura que al principio. |