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Una vez vivió en Oxford una niña que quiso ser Diosa. La primera vez que vio Laín su hermano se lo dijo, “¡tú eres justo como Lain!”, porque ella también era una chica silenciosa y a quien le gustaba permanecer recluida con su ordenador...

Internet no es sólo una Red Social, ni su sabiduría se limita a las galletas de la fortuna. Antes de que se popularizase, Internet era más que ego-galerías interminables de fotografías. Era más que páginas corporativas y gente que vende y gente que compra, y gente que habla y habla sin escuchar. ¿Era?.

En Internet se deslizan dioses entre las sombras.

Y como en el espaciocarne, es necesario entornar los ojos de una manera especial para verlos.