3.43.- ¡Que tenga cuidado la Mujer Escarlata! Si la piedad, la compasión y la ternura visitan su corazón; si deja mi trabajo para entretenerse con viejas dulzuras; entonces se conocerá mi venganza. Mataré a su hijo: Enajenaré su corazón: La expulsaré de entre los hombres: como una ramera venida a menos y despreciada se arrastrará por las calles húmedas del crepúsculo, y morirá con frío y con hambre.