Los Comentarios al Libro de la Ley

escrito por Aleister Crowley

traducción y notas al pie por Yemeth
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1.26.- Entonces dijo el profeta y esclavo de la bella: ¿Quién soy yo, y cuál será la señal? Y ella le contestó, inclinándose, una llama centelleante de azul, tocando todo, penetrando todo, sus hermosas manos sobre la tierra negra, y su ágil cuerpo arqueado por el amor, sin que sus suaves pies dañaran las florecillas: ¡Tú lo sabes! Y la señal será mi éxtasis, la conciencia de la continuidad de la existencia, la omnipresencia de mi cuerpo.

Antiguo Comentario

El profeta exige una señal sobre su misión, y se le promete; un Samadhi sobre el Infinito.
Esta promesa se cumplió más tarde - véase "El Templo del Rey Salomón", que se propone tratar el asunto a su debido tiempo. (P.S. Así fue, vide The Equinox I.)

Nuevo Comentario

En el manuscrito, las últimas 5 palabras de este verso no aparecen. La lectura original era "el hecho no fragmentario y no atómico de mi universalidad".
Esta frase estaba totalmente fuera de la comprensión del escriba, y éste dijo mentalmente -con su característico engreimiento- "La gente no será capaz de entender esto nunca". Aiwass respondió entonces, "Escribe esto con palabras más claras. Pero sigue adelante".
Estaba dispuesto a que la frase fuera sustituida por un equivalente, pero no deseaba que el dictado se viera interrumpido por una discusión en ese momento. Por lo tanto, se modificó (un poco más tarde) por "la omnipresencia de mi cuerpo".
Resulta sumamente interesante observar que, a la luz de la teoría cósmica explicada en las notas a los versos 3 y 4, la frase original de Aiwass se ajustaba exquisita y exactamente a su significado.
Así, "¿Quién soy yo?" es respondido. 'La Gran Bestia', como en verdad sabía incluso en la infancia.
Observa bien la naturaleza de Su éxtasis. Es la resolución de todos los nudos de la ilusión en la Simplicidad. "La gota de rocío se desliza en el mar brillante". Es de la mayor importancia para el aspirante tratar de captar esta concepción del Éter de la omnipresencia sin ruptura ni defecto.
Es curioso observar que "Tú sabes" en griego comienza συγιγν - 666. ¡Las seis primeras letras! La respuesta se dio así en secreto, como en un acertijo, una prueba mucho más convincente de Su conocimiento que si se hubiera dado una respuesta directa, 'La Bestia 666', pues este nombre o número podría haber estado en la mente de quien lo escuchaba.