Liber AL vel Legis

Los Comentarios al Libro de la Ley

Escrito por Aleister Crowley

Traducción y notas al pie por Yemeth

Capítulo 1 Nuit

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1

¡Had! La Manifestación de Nuit

2

El desvelamiento de la compañía del cielo.

3

Todo hombre y toda mujer es una estrella.

4

Todo número es infinito; no hay diferencia.

5

¡Ayúdame, oh señor guerrero de Tebas, en mi desvelamiento ante los Hijos de los hombres!

6

¡Sé tú Hadit, mi centro secreto, mi corazón y mi lengua!

7

¡Contempla! Es revelado por Aiwass, el sacerdote de Hoor-paar-kraat.

8

El Khabs está en el Khu, no el Khu en el Khabs.

9

¡Adora pues al Khabs, y contempla mi luz derramada sobre ti!

10

Que mis siervos sean pocos y secretos: ellos gobernarán a los muchos y a los conocidos.

11

Estos hombres adoran a locos; tanto sus Dioses como sus hombres son locos.

12

¡Brotad, oh niños, bajo las estrellas, y saciaos de amor!

13

Estoy sobre vosotros y en vosotros. Mi éxtasis está en el vuestro. Mi gozo es ver vuestro gozo.

14

En lo alto, el azur adornado con gemas es<br/>
El esplendor desnudo de Nuit;<br/>
Ella se inclina extasiada para besar<br/>
Los ardores secretos de Hadit.<br/>
¡El globo alado, el azul estrellado,<br/>
Son míos, oh Ankh-af-na-khonsu!

15

Ahora sabréis que el sacerdote y apóstol elegido del espacio infinito es el príncipe-sacerdote, la Bestia; y en su mujer, llamada la Mujer Escarlata, se da todo el poder. Ellos reunirán a mis hijos en su abrazo; ellos llevarán la gloria de las estrellas a los corazones de los hombres.

16

Porque él es por siempre un sol, y ella una luna. Pero a él la secreta llama alada, y a ella la encorvada luz de las estrellas.

17

Pero vosotros no habéis sido así elegidos.

18

¡Arde sobre su frente, oh serpiente esplendo­rosa!

19

¡Oh, mujer de párpados azur, inclínate sobre ellos!

20

La clave de los rituales está en la palabra secreta que le he dado a él.

21

Para el Dios y el Adorador no soy nada: ellos no me ven. Están como en la tierra; yo soy el Cielo, y no hay más Dios que yo, y mi señor Hadit.

22

Ahora, por tanto, soy conocida para vosotros por mi nombre Nuit, y para él por un nombre secreto que le daré cuando al fin me conozca. Dado que soy el Espacio Infinito, y las Infinitas Estrellas en él, haced también vosotros lo propio. ¡Nada atéis! Que no haya diferencia trazada por vosotros entre una cosa y la otra; pues de este modo acude el dolor.

23

Pero aquel que se valga en esto, ¡que sea el líder de todo!

24

Soy Nuit, y mi palabra es seis y cincuenta.

25

Dividid, añadid, multiplicad, y entended.

26

Entonces dijo el profeta y esclavo de la bella: ¿Quién soy yo, y cuál será la señal? Y ella le contestó, inclinándose, una llama centelleante de azul, tocando todo, penetrando todo, sus hermosas manos sobre la tierra negra, y su ágil cuerpo arqueado por el amor, sin que sus suaves pies dañaran las florecillas: ¡Tú lo sabes! Y la señal será mi éxtasis, la conciencia de la continuidad de la existencia, la omnipresencia de mi cuerpo.

27

Respondió entonces el sacerdote y dijo a la Reina del Espacio, besando sus hermosas cejas, y con el rocío de su luz bañándole todo el cuerpo en un perfume de sudor que olía dulcemente: ¡Oh Nuit, continua del Cielo, que siempre sea así; que los hombres no hablen de Ti como Una sino como Ninguna; y que no hablen de ti en absoluto, ya que eres continua!

28

Ninguno, susurró la luz tenue y feérica de las estrellas, y dos.

29

Pues estoy dividida por amor, por la oportunidad de la unión.

30

Ésta es la creación del mundo, tal que el dolor de la división no es nada, y el gozo de la disolución, todo.

31

¡No os importen estos hombres necios ni sus penas! Apenas sienten; y lo que sienten, lo equilibran con tenues gozos; pero vosotros sois mis elegidos.

32

¡Obedeced a mi profeta! ¡Seguid las ordalías de mi conocimiento! ¡Buscadme sólo a mí! Entonces los gozos de mi amor os redimirán de todo dolor. Esto es así: Lo juro por la bóveda de mi cuerpo; por mi corazón y lengua sagrados; por todo lo que puedo dar, por todo lo que deseo de vosotros.

33

Entonces el sacerdote cayó en un profundo trance o embelesamiento, y dijo a la Reina del Cielo: ¡Escríbenos las ordalías, escríbenos los rituales, escríbenos la ley!

34

Pero ella dijo: las ordalías no las escribo: los rituales serán a medias conocidos y a medias ocultos: la Ley es para todos.

35

Esto que escribes es el triple libro de la Ley.

36

Mi escriba Ankh-af-na-khonsu, el sacerdote de los príncipes, no cambiará ni una sola letra de este libro; pero para evitar la insensatez, lo comentará con la sabiduría de Ra-Hoor-Khu-it.

37

También los mantras y los hechizos; la obeah y el wanga; la obra de la vara y la obra de la espada; todo esto lo aprenderá y lo enseñará.

38

Debe enseñar; pero también puede hacer rigurosas las ordalías.

39

La palabra de la Ley es θέλημα.

40

No errará quien nos llame Thelemitas, si observa la palabra de cerca. Pues en ella hay Tres Grados, el Ermitaño, el Amante y el hombre de la Tierra. Haz tu voluntad será toda la Ley.

41

La palabra del Pecado es Restricción. ¡Oh hombre! ¡No rehúses a tu mujer, si ella quiere! ¡Oh amante, si es tu voluntad, retírate! No hay vínculo que pueda unir lo dividido sino el amor: todo lo demás es una maldición. ¡Maldito! ¡Maldito sea por los eones! Infierno.

42

Que sea ese estado de la multiplicidad atado y aborrecido. Así con tu todo; no tienes otro derecho más que hacer tu voluntad.

43

Haz esto, y ningún otro dirá no.

44

Porque la voluntad pura, desprovista de propósito, liberada de la lujuria del resultado, es perfecta en cada aspecto.

45

El Perfecto y el Perfecto suman un Perfecto y no dos; ¡no, suman nada!

46

Nada es una clave secreta de esta ley. Sesenta y uno la llaman los judíos; yo la llamo ocho, ochenta, cuatrocientos y dieciocho.

47

Pero tienen la mitad. Une mediante tu arte para que todo desparezca.

48

Mi profeta es un necio con su uno, uno, uno; ¿no son ellos el Buey, y ninguno mediante el Libro?

49

Abolidos sean todos los rituales, todas las ordalías, todas las palabras y los signos. Ra-Hoor-Khuit ha tomado su asiento en el Este en el Equinoccio de los Dioses; y que Asar esté con Isa, que también son uno. Pero ellos no son de mí. Que Asar sea el adorador, Isa quien sufre; Hoor en su nombre y esplendor secretos es el Señor que inicia.

50

Hay algo que decir sobre la tarea hierofánica. ¡Contemplad! Hay tres ordalías en una, y puede darse de tres maneras. Los burdos deben pasar a través del fuego; que los refinados sean puestos a prueba en el intelecto, y los elevados elegidos en lo más alto. Así tenéis estrella y estrella, sistema y sistema; ¡que ninguno conozca bien al otro!

51

Hay cuatro puertas que dan a un palacio; el suelo de ese palacio es de plata y oro; el lapislázuli y el jaspe están allí; y todos los aromas excepcionales; el jazmín y la rosa, y los emblemas de la muerte. Que entre sucesivamente o a la vez por las cuatro puertas; que se detenga en el suelo del palacio. ¿No se hundirá? Amn. ¡Eh, guerrero! ¿Y si tu siervo se hunde? Pero hay medios y medios. Por tanto sed abundantes: ¡vestíos con ropas elegantes; comed ricos manjares y bebed vinos dulces y espumosos! Además, ¡tomad vuestra saciedad y voluntad de amor como queráis, cuando, donde y con quien queráis! Pero siempre hacia mí.

52

Si esto no fuera correcto; si confundierais las marcas espaciales, diciendo: Son uno; o diciendo: Son muchos; si el ritual no fuera siempre hacia mí: ¡entonces esperad los terribles juicios de Ra Hoor Khuit!

53

Esto regenerará el mundo, el pequeño mundo que es mi hermana, mi corazón y mi lengua, a quien envío este beso. También, oh escriba y profeta, aunque pertenezcas a los príncipes, esto no te proveerá ni te absolverá. Pero sean tuyos el éxtasis y la alegría de la tierra: siempre, ¡A mí! ¡A mí!

54

No cambies ni siquiera el estilo de una letra; porque, ¡contempla!, que tú, oh profeta, no verás todos estos misterios allá ocultos.

55

El hijo de tus entrañas, él lo contemplará.

56

No lo esperes de Oriente, ni de Occidente; pues de ninguna casa esperada viene ese niño. ¡Aum! Todas las palabras son sagradas y todos los profetas verdaderos; salvo que sólo entienden una pequeña parte; resuelven la primera mitad de la ecuación, dejan la segunda sin abordar. Pero tú lo tienes todo en la clara luz, y algo, aunque no todo, en la oscuridad.

57

¡Invocadme bajo mis estrellas! El amor es la ley, el amor bajo la voluntad. Que los necios no confundan el amor; pues hay amor y amor. Está la paloma y está la serpiente. ¡Elegid bien! Él, mi profeta, ha elegido, conociendo la ley de la fortaleza, y el gran misterio de la Casa de Dios.<br/>
Todas estas antiguas letras de mi Libro son correctas; pero צ no es la Estrella. Esto también es secreto: mi profeta lo revelará a los sabios.

58

Concedo goces inimaginables en la tierra: certeza y no fe, durante la vida, sobre la muerte; paz indecible, descanso, éxtasis; tampoco exijo nada en sacrificio.

59

Mi incienso es de maderas y gomas resinosas, y no hay sangre en él; debido a mis cabellos los árboles de la Eternidad.

60

Mi número es el 11, así como lo son todos sus números que son de nosotros. La Estrella de Cinco Puntas, con un Círculo en el Medio, y el círculo es Rojo. Mi color es negro para los ciegos, pero el azul y el oro son vistos por los que ven. También tengo una gloria secreta para aquellos que me aman.

61

Pero amarme es mejor que todas las cosas: si bajo las estrellas de la noche, en el desierto, quemas ahora mi incienso ante mí, invocándome con un corazón puro y la llama de la Serpiente en él, vendrás a recostarte un poquito en mi seno. Por un beso estarás entonces dispuesto a darlo todo; pero quien dé una partícula de polvo lo perderá todo en esa hora. Acumularéis bienes y reservas de mujeres y especias; llevaréis ricas joyas; superaréis a las naciones de la tierra en esplendor y orgullo; pero siempre en el amor a mí, y así llegaréis a mi gozo. Os encargo encarecidamente que os presentéis ante mí con una simple túnica, y cubiertos con un rico tocado. ¡Os amo! ¡Os anhelo! Pálida o púrpura, velada o voluptuosa, yo que soy todo púrpura y placer, y embriaguez del sentir más íntimo, os deseo. Poneos las alas y despertad el esplendor enroscado dentro de vosotros: ¡venid a mí!

62

En todos mis encuentros con vosotros, la sacerdotisa dirá -con sus ojos ardiendo de deseo mientras permanece desnuda y regocijándose en mi templo secreto- ¡A mí! A mí! Convocando la llama de los corazones de todos en su canto de amor.

63

¡Cantadme la arrebatadora canción de amor! ¡Quemad perfumes para mí! ¡Llevad joyas para mí! ¡Bebed por mí, pues os amo! ¡Os amo!

64

Soy la hija de párpados azules de la Puesta de Sol; soy el brillo desnudo del voluptuoso cielo nocturno.

65

¡A mí! ¡A mí!

66

La Manifestación de Nuit ha llegado a su fin.